lunes, 17 de noviembre de 2014

LAS RELIGIOSAS SOR Mª JOSE Y SOR Mª REYNA, VISITAN A SUS FAMILIAS EN TIERRAS MEJICANAS

LAS RELIGIOSAS  SOR Mª JOSE Y SOR Mª REYNA, PROFESAS SOLEMNES  DE NUESTRO MONASTERIO, VISITAN A SU FAMILIA EN TIERRAS MEJICANAS

            Somos dos religiosas Clarisas mexicanas que vamos  a reseñarles  brevemente, en imágenes y en texto, las experiencias que acabamos de vivir con ocasión de nuestra estancia en nuestra querida patria americana, por espacio de un mes y en sintonía con lo que se prescribe en nuestra reglamentación, en orden a poder visitar a nuestras familias y disfrutar de la contemplación de nuestros ambientes aborígenes.
            Durante este mes de estanca en nuestra querida patria, hemos visitado también, amén de otros lugares muy pintorescos y hermosos,  la basílica de  Ntra. Sra. de Guadalupe y, estando en ella, le dimos gracias al Señor,  por su medio, porque, además de haber podido  disfrutar de un viaje muy sereno y placentero en nuestra llegada, nos ha permitido, también, el poder volver a contemplar y disfrutar de la tierna compañía: de nuestros seres queridos, de nuestros muchos familiares y de un montón de antiguas amistades.


            En todas partes nos preguntaban  cómo podíamos vivir y permanecer tan lejos de nuestras raíces y de nuestra  familia y en un ambiente de una cultura tan diferente a la que se vive por allá  y nuestra responsable repuesta a esta pregunta y otras del mismo estilo y cariz que nos formularon, fue siempre la misma: que era solo por la gracia del Señor y por su  poderosa protección y ayuda, ya que, si solo se debiera a nuestras propias fuerzas, no hubiéramos podido aguantar y permanecer donde nos encontramos; y, por este motivo, les pedíamos que  siempre nos tuvieran  muy presentes en sus raciones para que el Señor nos siguiera distinguiendo con su protección y ayuda  y así  pudiéramos perseverar, con fidelidad y entrega,  en el camino  que libremente hemos emprendido en estas tierras de la gran Castilla.

            Ha sido  una experiencia muy bonita y confortadora que nos ha permitido nuevamente el  pisar tierra mexicana y poder disfrutar de sus paisajes, su gente y de sus comidas.
  Son muchas y muy hermosas las cosas, ambientes y lugares que hemos tenido la gran suerte de poder visitar y contemplar durante nuestra estancia en Méjico; son, también, muchas y muy profundas las emociones y la vivencias que hemos experimentado en su contemplación;  y son, también, muchas y muy íntimas, las emociones y vivencias que hemos experimentado en nuestro interior ante su contemplación durante nuestro viaje del que solamente os hemos expuesto una pinceladas.  Ante la hermosa realidad que acabamos de vivir y contemplar, desde lo más profundo de nuestro corazón, le damos las más rendidas gracias al Señor que  nos ha permitido el  poder disfrutar de tanto gozo y alegría y firmemente le prometemos el que siempre nos esforzaremos por ser fieles a la hermosa misión que El  nos ha encomendado en estas benditas tierras españolas y en nuestro recoleto Monasterio de la Ciudad de los Almirantes, por lo que, con total confianza, le imploramos ahora y le imploraremos siempre el  que continuamente nos bendiga y nos proteja y, además,  nos conceda la gracia de ser, vivir y comportarnos en todo momento  como responsables y dignas hijas de nuestra Madre santa Clara y de nuestro Padre  san Francisco, en orden a poder llevar a cabo la misma misión que ellos  hicieron realidad en sus vidas. ¡Dios quiera, que otras jóvenes de nuestra buena tierra mexicana, vengan aquí a España para poder continuar la obra que nosotras ahora estamos realizando!
                            

    Sor Mª José Cruz Jasso y Sor Mª Reyna Gómez Hernández, OSC.

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