Somos dos religiosas Clarisas
mexicanas que vamos a reseñarles brevemente, en imágenes y en texto, las
experiencias que acabamos de vivir con ocasión de nuestra estancia en nuestra
querida patria americana, por espacio de un mes y en sintonía con lo que se
prescribe en nuestra reglamentación, en orden a poder visitar a nuestras
familias y disfrutar de la contemplación de nuestros ambientes aborígenes.
Durante este mes de estanca en
nuestra querida patria, hemos visitado también, amén de otros lugares muy
pintorescos y hermosos, la basílica de Ntra. Sra. de Guadalupe y, estando en ella, le
dimos gracias al Señor, por su medio,
porque, además de haber podido disfrutar
de un viaje muy sereno y placentero en nuestra llegada, nos ha permitido,
también, el poder volver a contemplar y disfrutar de la tierna compañía: de nuestros
seres queridos, de nuestros muchos familiares y de un montón de antiguas
amistades.
En todas partes nos preguntaban cómo podíamos vivir y permanecer tan lejos de nuestras raíces y de nuestra familia y en un ambiente de una cultura tan diferente a la que se vive por allá y nuestra responsable repuesta a esta pregunta y otras del mismo estilo y cariz que nos formularon, fue siempre la misma: que era solo por la gracia del Señor y por su poderosa protección y ayuda, ya que, si solo se debiera a nuestras propias fuerzas, no hubiéramos podido aguantar y permanecer donde nos encontramos; y, por este motivo, les pedíamos que siempre nos tuvieran muy presentes en sus raciones para que el Señor nos siguiera distinguiendo con su protección y ayuda y así pudiéramos perseverar, con fidelidad y entrega, en el camino que libremente hemos emprendido en estas tierras de la gran Castilla.
Ha sido una experiencia muy bonita y confortadora que nos ha permitido nuevamente el pisar tierra mexicana y poder disfrutar de sus paisajes, su gente y de sus comidas.
Sor Mª José Cruz Jasso y Sor Mª Reyna Gómez Hernández, OSC.
No hay comentarios:
Publicar un comentario