martes, 25 de agosto de 2015

SOLEMNE CELEBRACIÓN DE LA FESTIVIDAD DE NUESTRA MADRE SANTA CLARA, EN NUESTRO MOMASTERIO DE LA CIUDAD DE LOS ALMIRANTES

SOLEMNE CELEBRACIÓN DE LA FESTIVIDAD DE NUESTRA MADRE SANTA CLARA, EN NUESTRO MOMASTERIO DE LA CIUDAD DE LOS ALMIRANTES
                Hemos celebrado con toda solemnidad, la Festividad de nuestra madre santa Clara en nuestro Monasterio de Medina de Rioseco. Con este fin, hemos organizado una  novena a la que han asistido no solo todos los miembros de la Comunidad religiosa, sino también un buen número de feligreses y devotos de nuestra Madre y en la que, el coro de la Comunidad, ha intervenido con la interpretación de canciones franciscano- clarianas que la han enriquecido y sonorizado. Esta novena ha estado  preparada con meticulosidad, se ha desarrollado en un ambiente de silencio y  de emotiva religiosidad  y, durante la misma,   la iglesia  siempre se  ha encontrado engalanada con ramos de hermosas flores blanca,
                El día en que celebramos la solemnidad de nuestra Madre, el 11 de agosto, la Eucaristía se celebró a las 19 horas y en la misma concelebraron: como celebrante principal y predicador,  D. Jesús Mª García Gañán, que es párroco de La Seca, Rodilana y Serrada y es, también, colaborador asiduo de Radio María; y , como concelebrantes: D. Juan Carlos Fraile San Miguel, párroco de la Ciudad de los Almirantes; el  religioso Franciscano Conventual, Fr.  Bernardino Román Martín, confesor y conferenciante de la Comunidad; el Superior de la Comunidad de los Jesuitas de Villagarcia de Campos acompañado por dos religiosos más de la misma comunidad; el sacerdote castrense D. Acacio Turiño Morillo, gran conocido y amigo de la comunidad; y el sacerdote D. Sebastián Aldavero García, párroco de Becilla, Villavicencio de los Caballeros, Urones, y Castroponce de Valderaduey; y como diácono, D. Jose Manuel González González, que ha venido actuando como ayudante del párroco durante el último año.
            El predicador pronunció una homilía muy sentida y hermosa y que estaba muy bien preparada. El Coro de la Comunidad interpretó y deleitó con el canto la Misa de Angelis y de una serie de canciones franciscamo-clariana, La iglesia conventual  se encontraba llena de fieles y devotos de nuestra Madre. En el coro alto se encontraba  toda la Comunidad de religiosas clarisas. Y el Excelentísimo Sr Alcalde y el teniente de alcalde de la Ciudad de los Almirantes, se encontraban en representación del Excelentísimo Ayuntamiento. La Eucaristía se escuchó en un ambiente de un profundo  de silencio religioso,  que solamente se rompió solamente por la plegarias rezadas y cantadas que se interpretaron durante la misma.
            Una vez finalizada la Eucaristía se expuso el Santísimo en la Custodia y se cantó el Pange lingua y, a continuación, se inició la Solemne Procesión que recorrió todo el jardín exterior del Monasterio donde se habían colocado dos altares, en los que se hizo la estación correspondiente. A esta procesión asistieron: el celebrante principal portando la custodia bajo palio y acompañado por los restantes sacerdotes concelebrantes; todos los feligreses que habían asistido a la Eucaristía y, en la misma, también se encontraba la Imagen de nuestra Madre santa Clara portada en andas por devotos. Durante la misma, reinó un emotivo silencio religioso y continuamente se fueron cantando, por parte de todos los asistentes, canciones eucarísticas populares. Fue algo digno de ser visto.
            Una vez finalizado el recorrido de la procesión, nuevamente se ingresó en el templo y, al llegar al altar, se canto el tantum ergo, se incensó la custodia y se dio la bendición con el Santísimo y luego se dio a besar la reliquia de nuestra Madre Santa Clara a todos los asistentes. Antes de iniciarse el multitudinario beso de la reliquia, el religioso Fray Bernardino, invitó a todos los asistentes para que, una vez finalizado este, todos acudieran a las mesas que las religiosas habían mandado preparar en el jardín exterior del monasterio para que pudieran participar en el fraterno ágape que ellas habían confeccionado con amor, cariño y esmero,  y he de manifestar que, obedeciendo a la invitación formulada, todos asistieron al mismo  y, durante su celebración, los comentarios eran unánimes sobre lo bien que lo habían pasado y lo maravillosamente que había resultado todo.
            Que nuestra Madre santa Clara a todos nos bendiga y proteja, conceda santas y buenas vocaciones a nuestro Monasterio y nos ayude para que el próximo año podamos realizar una nueva representación de lo que  hemos vivido este año.


                                   La comunidad de Hermanas Clarisas, humilde cronista del acto.

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